El retinoblastoma es un cáncer ocular. Se presenta con mayor frecuencia en niños pequeños, generalmente menores de 3 años de edad. Este cáncer rara vez se desarrolla en niños mayores de 5 años. El retinoblastoma se forma en la retina del ojo. La retina es una capa delgada de tejido nervioso ubicada en la parte posterior del ojo. Las células de la retina detectan luz y color. El retinoblastoma puede afectar un ojo (unilateral, que es el tipo más común) o los dos (bilateral).
El retinoblastoma es poco frecuente. Aproximadamente, se diagnostican entre 250 y 300 niños por año en los Estados Unidos. En la mayoría de los pacientes, el retinoblastoma está confinado al ojo y el cáncer tiene altas probabilidades de curación. La tasa de curación para este cáncer es superior al 95 % debido a la detección temprana y los tratamientos disponibles. Si la enfermedad no se trata, se puede diseminar a otras partes del cuerpo donde se vuelve mucho más difícil de tratar. El retinoblastoma puede ser hereditario (transmitido en las familias) o no.
Los tratamientos para el retinoblastoma incluyen quimioterapia para reducir el tamaño del tumor, terapia focal (terapia a través de láser o tratamiento de congelamiento realizados directamente en el ojo), cirugía para extraer el ojo y radioterapia. Los pacientes con retinoblastoma hereditario también tienen riesgo de desarrollar otros cánceres en el futuro.